Sobreviviendo a un desayuno para valientes

Sobreviviendo a un desayuno para valientes

Nunca he sido de desayunar pesado. A lo más que había llegado es a un trozo de salchichón junto al gallo pinto y el huevo. Pero de eso a comerme un bistec con el jugo de la mañana nunca había sido del agrado mío ni de mi estómago. Como bien dicen, siempre hay una...