La trillada frase que dice «lo importante no es ganar sino participar» quedó obsoleta. Ya muchos no se conforman con un segundo lugar, sino que desean ser protagonistas… y ganadores.
Lo mismo sucede en el ámbito digital, donde algunas disciplinas, como el Search Engine Optimization (SEO), establecen que no se trata de estar sino de destacar y ocupar los primeros puestos entre los millones de participantes que compiten por la atención en Internet.
¿Qué es SEO?
El SEO o proceso de optimización de un sitio web nos ofrece más de 200 acciones para lograrlo, algunas más efectivas que otras, pero todas igual de necesarias para quienes buscan atraer tráfico. De su conocimiento y correcta implementación, dependerá que aparezcamos en la página número 1 o en la 600.000, donde ni un hacker nos visitaría.
El SEO controlado
Divididas en técnicas internas y externas (SEO On-Page y SEO Off-Page), hoy nos vamos a centrar en las primeras; es decir, en las que dependen exclusivamente de lo que hagamos o dejemos de hacer dentro de nuestro sitio.
El SEO On-Page lo podemos definir como la optimización de una página de cara a favorecer el posicionamiento en los motores de búsqueda y mejorar la experiencia del usuario.
Mientras que el Off-Page se refiere a aquellas acciones fuera de nuestro control como el comportamiento del usuario y calidad de los links externos, el On-Page contempla otros factores que se encuentran bajo nuestro control directo.
Entre estos podemos citar la calidad del contenido, la arquitectura web, el código HTML, entre otros, que buscan aumentar el ranking en los buscadores. Si quieres saber más sobre estas técnicas, aquí Romuald te lo cuenta
¿Qué es lo primero que debo hacer?
Antes de iniciar cualquier proceso de optimización, lo primero es realizar un keyword research o investigación de palabras clave. Estudiar la competencia y definir las palabras clave del negocio, apoyándose en herramientas como SEMRush, Ubersuggest y el Keyword Planner de Google Adwords.
Principales factores On-Page
El objetivo primordial del SEO On-Page es facilitarle la vida a Google para que pueda indexar una página de la forma más rápida posible y clasificarla según el interés del propietario. Estas son algunos de los principales trucos para lograrlo, en el marco de una optimización adecuada y ética, conocida como el White Hat SEO.
- El contenido: El más importante de todos. Por algo dicen que el contenido es el rey. De su originalidad e interés depende el trato que nos brinde Google. Lo ideal es que tenga un solo objetivo por página, producto, landing page (página de aterrizaje) o artículo y se recomienda usar formatos que complementen el texto como infografías y videos.
- Estructura: Los bots o arañas de Google adoran que les facilitemos el trabajo de rastreo. Y una de las mejores formas de lograrlo es a través de una buena estructura de URLs que contribuyan a la usabilidad y navegación. Es fundamental que contengan la keyword principal a posicionar y lo más a la izquierda posible.
- El código HTML: Debe estar bien estructurado y optimizado. Los motores de búsqueda utilizan etiquetas HTML para mostrar información del contenido en sus resultados. El title –título azul que muestra Google-, la meta-description –datos de identificación de la página- y las etiquetas de cabecera –jerarquización de títulos- son los de mayor relevancia.
Aunque estos son solo tres de los más influyentes, existen otros factores a considerar como el tiempo de descarga, los enlaces internos y externos, la densidad de palabras clave y el uso de sinónimos, negrita y cursiva.
No es mágico
Aparte de conocerlo y emplearlo adecuadamente, debemos ser conscientes de que el SEO no es una disciplina perfecta que ofrece “atajos” o fórmulas mágicas para el éxito.
Como todo en la vida, en esta rama del marketing digital se requiere, paciencia, esfuerzo, constancia y hasta una que otro error para lograr el ansiado objetivo: no sólo competir, sino destacar y ganar el primer lugar de preferencia.